Sueño más profundo
El agua fría puede tener un efecto positivo en el sistema nervioso central, lo que te ayuda a dormir y a sentirte mejor después de pasar hasta 3 minutos sumergido.

Mejora de la Circulación
Los baños helados podrían contribuir a un corazón feliz. Cuando te sumerges en agua fría, la sangre acude a tus órganos vitales. Tu corazón entonces necesita trabajar más duro, impulsando la sangre a través de tus vasos y proporcionándole a tu cuerpo el oxígeno y los nutrientes vitales que necesita.

Descomposición de la Grasa
La grasa parda es especializada; cuando se activa por el frío, funciona para producir calor y ayuda a mantener nuestra temperatura corporal. Cuando te sumerges en agua fría, tu cuerpo detecta el frío y activa la grasa parda. Esta grasa quema su energía almacenada, convirtiéndola directamente en calor, calentándote. Activar la grasa parda resulta en un aumento de la quema de calorías, puede ayudar potencialmente en la pérdida de peso y mejora el metabolismo.

Reducción de la Inflamación
Puede adormecer los receptores del dolor y reducir la inflamación, por lo que casi puedes pensarlo como un anestésico sin medicamentos.

Aumenta el Metabolismo
La exposición al frío aumenta el tejido adiposo pardo en el cuerpo, que es responsable de convertir la energía en calor para mantener el cuerpo caliente; esto es lo que te da el impulso metabólico.

Reducción del Estrés y la Ansiedad
Según una investigación de 2018, la estimulación del frío estimula el nervio vago, lo que reduce la frecuencia cardíaca y potencialmente el estrés.

En una revisión de tratamientos de hidroterapia realizada en 2014, los investigadores concluyeron que la exposición al frío (como una compresa fría o baño de hielo) puede aumentar la capacidad y función de tu sistema nervioso central (SNC). Un SNC funcional puede ayudarte a dormir mejor y simplemente sentirte mejor.

Sistema Inmunológico más Fuerte
Existe evidencia científica de que los baños de hielo funcionan como un impulsor de la inmunidad. Un estudio de 2016 publicado en la revista PLoS One encontró que las personas que toman baños de hielo tienen casi un 30 por ciento menos de probabilidades de enfermedades comunes.

Reducción del Estrés y la Ansiedad
El calor y la atmósfera relajante de los saunas pueden promover la relajación y reducir el estrés. El estrés y la tensión en el cuerpo pueden obstaculizar la recuperación muscular.

Al aliviar la tensión muscular y promover la relajación general, los saunas crean un entorno propicio para que los músculos se recuperen y sanen

Recuperación física más rápida
Las sesiones de sauna pueden estimular la liberación de endorfinas, que son sustancias químicas naturales en el cuerpo que alivian el dolor y mejoran el estado de ánimo. Las endorfinas ayudan a reducir la molestia y el dolor después del ejercicio, facilitando la recuperación muscular.

El calor de los saunas también puede contribuir a mejorar la movilidad y flexibilidad de las articulaciones, lo cual es beneficioso para la recuperación muscular. Las articulaciones relajadas y flexibles favorecen patrones de movimiento mejores durante el ejercicio, reduciendo el riesgo de lesiones y apoyando la salud muscular en general.

Sueño más profundo
Los saunas pueden contribuir a un mejor sueño al promover la relajación muscular, reducir el estrés, mejorar la circulación y ayudar a regular la temperatura corporal.

Los efectos calmantes del sauna y la posterior disminución de la temperatura corporal después de su uso pueden facilitar una transición más tranquila hacia el sueño.

La alta temperatura y humedad en un sauna húmeda provocan la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que resulta en un aumento del flujo sanguíneo hacia los músculos y órganos.

Esta mejora en la circulación proporciona más oxígeno y nutrientes a los músculos, ayudando en su recuperación y reduciendo la tensión.

Mejoras en la Piel
El aumento de la circulación significa que más nutrientes se están entregando a tu piel y un mayor flujo sanguíneo hará que tu piel resplandezca con aspecto más saludable.

Sistema Inmunológico
El calor y la transpiración en los saunas pueden ayudar a eliminar toxinas y desechos del cuerpo, apoyando así el sistema inmunológico.

Reducción de la Inflamación
La alta temperatura en los saunas provoca la dilatación de los vasos sanguíneos (vasodilatación). Esta dilatación aumenta el flujo sanguíneo hacia las áreas inflamadas, llevando más oxígeno y nutrientes para promover la curación y reducir la inflamación.